lunes, 13 de marzo de 2023

MIENTRAS ALGUIEN NOS RECUERDA - Carmen Conde Veiga


    Hoy os traigo mis impresiones sobre "Mientras alguien nos recuerda", la tercera novela de Carmen Conde Veiga.

   Barcelona, 1946. Tras recibir una llamada en la comisaría de Vía Layetana, el inspector Aparicio y el agente Muñoz, dos policías de la brigada criminal, van al Instituto Mental de la Santa Cruz a investigar el asesinato de la hermana Natividad. El instituto era un centro de referencia de la psiquiatría barcelonesa, pero después de la Guerra Civil pasó a manos de religiosos sin formación que se aplicaron a reprimir a los enfermos con brutalidad.
   La hermana, que era la máxima responsable de los pabellones femeninos, ha aparecido muerta en la sala de cirugías. La han asesinado de forma muy violenta utilizando el instrumental médico de la sala, lo que hace pensar que el motivo del crimen ha sido la venganza.
   Aparicio y Muñoz se encontrarán con muchos impedimentos para avanzar en sus investigaciones. Tanto el responsable máximo del instituto, el hermano Olegario, como un alto cargo del franquismo, Jaime Bertrán de Andrade, van a intentar que los dos policías no puedan descubrir los terribles secretos que se ocultan entre aquellos muros.

OPINIÓN PERSONAL

   Un psiquiátrico en la Barcelona de mediados de los años 40, asesinatos, dos policías que esperan descubrir al responsable de los crímenes pero acabarán encontrándose con mucho más.
   Por otro lado, en Barcelona en 2008, nos encontramos con Irene Bertrán, una bibliotecaria solitaria y triste que se topará con un pasado familiar que desconocía totalmente pero que tal vez, sea la explicación de todas esas cosas que la han hecho infeliz toda la vida.
   Estos son los dos hilos temporales, íntimamente relacionados, por los que nos moveremos hasta descubrir una historia triste, dramática y con muchos tintes de veracidad que deja sobrecogido al lector en numerosas ocasiones. La parte de 1946 está dedicada a una investigación policial y a la resolución de unos crímenes que suceden dentro de los muros de un psiquiátrico, pero también sirve para presentarnos de manera realista y descarnada la represión y los abusos de la época franquista, tanto los cometidos por la llamada Policía Social como los métodos crueles y abusivos que sufrían los pacientes de las instituciones mentales de la época que entre muchas más vejaciones, se dedicaban a practicar lobotomías siguiendo la estela del médico americano Walter Jackson Freeman. En esta novela, la acción se desarrolla dentro del área del psiquiátrico dedicada a las pacientes femeninas, atendidas por monjas en condiciones deplorables y a las órdenes de un monje que las dejaba hacer y deshacer a su antojo. Un lugar con capacidad para 700 pacientes entre hombres y mujeres en los que había personas de todo tipo, con diferentes grados de enfermedad mental, un lugar en el que también terminaban recluidas de por vida mujeres molestas, por un motivo o por otro, para sus familias. Un lugar real ya que el Instituto Mental de la Santa Cruz existió y eso es lo que más impresiona a medida que una va leyendo la historia y descubrimos, reflejadas en una trama de ficción, las atrocidades cometidas allí.


   En la época del hilo temporal de 2008, también nos pasearemos por ese oscuro lugar que con el tiempo fue pasto de la demolición de algunos de sus pabellones y transformado en lugares para uso de la la administración pública, entre ellos, la biblioteca donde trabaja Irene Bertrán.
   La parte del hilo de 1946, tiene una ambientación magnífica, no solo entraremos en Instituto Mental de la Santa Cruz, también nos pasearemos con un cierto toque nostálgico por una Barcelona ya desaparecida y bajaremos hasta los sótanos de la comisaría de Via Laietana que lo que allí sucedía, no era menos terrorífico que lo que pasaba en el hospital psiquiátrico. Lo cierto es que la investigación llevada a cabo por Aparicio y Muñoz me ha dejado tan perpleja como al propio Muñoz, un joven policía que se queda bastante anonadado por las deducciones del experimentado Aparicio, tal vez siempre descubre las cosas de manera un poco sorprendente, la verdad. La parte del 2008 dedicada a Irene es más íntima y reflexiva y resulta imprescindible para cerrar el círculo décadas después de los sucesos que son la raíz de todo. En general la novela tiene un ritmo de desarrollo bastante ágil y la prosa de la autora es pulcra y cuidada pero de lectura cómoda.
   Los personajes me han gustado mucho, tanto los buenos como por ejemplo Aparicio y Muñoz como los malos malísimos. No voy a nombrar a más ya que creo que hay que descubrirlos, a ellos y sus secretos, leyendo la novela. Solo os comento que también aparece algún personaje real que hace aún más creíble la historia.

CONCLUSIÓN
   "Mientras alguien nos recuerda" de Carmen Conde Veiga es un viaje sobrecogedor a la Barcelona convulsa de la posguerra en la que unos asesinatos dentro de un psiquiátrico y su investigación, nos llevan a adentrarnos en el horror de las mujeres allí encerradas y a descubrir más de una historia que encoge el corazón. Mujeres con problemas mentales, monjas crueles y asesinatos en una novela muy bien ambientada, de lectura ágil y con unos buenos personajes que me ha mantenido enganchada a la parte de investigación y sobrecogida por todo lo demás.

3 comentarios:

  1. Las novelas ambientadas en la posguerra no suelen llamarme, sin embargo, en esta historia ese es el hilo temporal que me atrae. Tomo nota.
    Un beso, Inés.

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  2. Hola Inés. Tiene buena pinta me la apunto en mí lista. Besos!!!

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  3. Muy buena pinta, Inés. Gran reseña, gracias por compartir.
    Saludos!

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Gracias por comentar y ya sabéis, esto sólo es mi opinión como lectora.

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