Hoy os traigo mi opinión sobre "Último autobús a Woodstock" de Colin Dexter, una novela policíaca de corte clásico.
El cuerpo sin vida de Sylvia Kaye aparece a las puertas de un pub de Woodstock, un pequeño y pacífico pueblo británico. El inspector Morse de la policía de Oxford —exalumno de la prestigiosa universidad local, apasionado de la música de Wagner, los crucigramas y las pintas de cerveza— está seguro de saber quién es la muchacha con la que Sylvia fue vista en una parada de autobús aquella fatídica noche y que parece tener la clave para resolver el asesinato. Pero el irreprimible sarcasmo y el exceso de confianza de Morse en sus dotes deductivas chocan de inmediato con la frialdad de la joven, dejando claro que descubrir la dolorosa verdad y actuar en consecuencia requerirá hasta el último átomo de la disciplina profesional del inspector.
Oxford como telón de fondo, unas historias sin fisuras y un elaborado desarrollo de los personajes son las tres inconfundibles señas de identidad que han convertido a Colin Dexter en uno de los exponentes contemporáneos más importantes del género, un verdadero maestro de la ficción policial clásica.
OPINIÓN PERSONAL
Dos jóvenes mujeres esperan un autobús que no acaba de llegar. A una de ellas le puede la impaciencia y deciden hacer autoestop. Al día siguiente, una de ellas estará muerta y a la otra, no hay manera de localizarla.
Leer una novela policíaca publicada por primera vez en 1975 me ha resultado una experiencia muy gratificante. Hay que resolver el brutal asesinato de una joven, ninguna pista, pocos testigos y en una época en la que la policía no tiene bases de datos, Internet, pruebas sofisticadas de laboratorio, ni teléfonos móviles. La investigación llevada a cabo por el inspector Morse y el sargento Lewis es metódica, basada principalmente en conversaciones con personas que de una manera o de otra se van viendo relacionadas con el crimen, testigos, sospechosos, cualquiera que pueda arrojar luz y hacer que la policía avance para lograr descubrir al culpable.
La prosa del autor es ágil, con diálogos muy acertados en los que un humor negro muy británico suele ser protagonista, además, encontraremos partes más reflexivas en las que los propios personajes nos permiten entrar en su vida interior y sus experiencias personales aunque nunca sabremos más que la policía, iremos haciendo descubrimientos a medida que los hagan ellos, no antes. A la vez que se desarrolla la trama, iremos descubriendo cosas que aunque a la postre tengan o no relación con el asesinato, nos muestran un Oxford que se esconde bajo la superficie de esa ciudad cálida y culta, muchas de las personas a las que la policía toma declaración mienten o simplemente no cuentan toda la verdad, tal vez porque están relacionadas con la muerte de la joven o quizá porque tienen sus propios secretos que esconder y eso hará que la investigación, en muchas ocasiones, no avance.
La ambientación es buena, tanto en representar el Oxford y sus alrededores de la época como en plasmar una mentalidad masculina que es cierto que hoy en día nos resulta algo incómoda por los comentarios o deducciones que se hacen sobre los personajes femeninos que aparecen.
Una de las cosas que más me ha gustado han sido los dos policías protagonistas. El inspector Morse es un hombre especial, de mediana edad, solitario, fuma y bebe en exceso y es culto por ello a veces resulta algo pedante. Es un policía tozudo que se empeña en seguir una pista, una de sus intuiciones y nos sorprende porque se equivoca muchas veces y eso da realismo a la investigación. Su compañero, el sargento Lewis, es más joven y sabe que pude aprender mucho de Morse aunque es cierto que a veces se desespera, no entiende que su jefe le mande hacer esto o lo otro sin contarle para qué va a servir. Las conversaciones entre ambos son divertidas en muchas ocasiones. El resto de personajes que intervienen en la historia, la mayoría de ellos femeninos, también me han gustado y componen un abanico de sospechosos muy logrado.
CONCLUSIÓN
"Último autobús a Woodstock" de Colin Dexter es una novela policíaca de corte clásico en la que esclarecer un crimen llevará a los investigadores por un camino de mentiras y medias verdades que hará muy complicado resolver un rompecabezas en el que todas las piezas acaban por encajar a la perfección. Me ha gustado y no me importaría leer más casos con el inspector Morse como protagonista.
"Último autobús a Woodstock" es el primer libro de una serie policíaca protagonizada por el inspector Morse compuesta por 14 novelas, Siruela ya nos tiene en camino dos más en próximas fechas.
Nivel 3 / Clásico con medio de transporte en título, imagen de cubierta o parte importante de la trama
Hola Inés, me gustan mucho tanto el inspector Morse como el sargento Lewis y he leído ya varias novelas, pero las que tengo tienen ya bastantes años, no sabía que se seguían publicando. Tomo nota. Besos.
ResponderEliminarHola Inés. Tiene buena pinta me lo apunto. Besos!!!
ResponderEliminarMuy buena reseña. Hay más novelas de la "serie Morse" traducidas, yo tengo descargadas ocho. También os recomiendo la serie "Endeavour" (nombre de pila del inspector Morse), en Amazon Prime, protagonizada por un Morse más joven que el que aparece en las novelas. Los capítulos son bastante largos, casi una hora de duración, y está perfectamente ambientada. Merece la pena. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Inés. Pues no conocía al autor, pero este libro me ha tentado mucho. Estar escrito en la década de los setenta es un plus. En esa década yo viví mi adolescencia y primera juventud. Me atraen la ambientación en Oxford, esos dos policías y esos diálogos con el sempiterno humor negro británico. Tomo nota.
ResponderEliminarHola Inés, pues parece interesante. Es verdad como comentas que cuando lees una novela escrita hace bastantes años y se observan comportamientos machistas que ahora nos chocan mucho te sorprende verlo reflejado en el papel... menos mal que, aunque lento, parece que la sociedad va cambiando.
ResponderEliminarUn besazo