TIEMPO DE ALBARICOQUES
Autor: Beate Teresa Hanika
Editorial: SUMA de Letras
Traducción: Laura Manero Jiménez
Formato: Tapa blanda
Páginas: 304
Precio: 17,90 €
SINOPSIS
Elisabetta ha vivido siempre en el hogar de su niñez y desde entonces todos los veranos prepara mermelada con los albaricoques del árbol de su jardín. Conserva un tarro de cada año, igual que conserva vivos los recuerdos de su primer amor, de su pequeña tortuga y del día en que todo cambió cuando sus padres y hermanas fueron deportados por las SS.
Cuando la joven y reservada bailarina Pola llega para vivir en la habitación que alquila la anciana, ambas mujeres descubrirán juntas que solo resolviendo los conflictos que las atormentan podrán por fin hacer las paces con el pasado.
AUTOR
Beate Teresa Hanika nació en Regensburg en 1976 y ha escrito varias novelas para jóvenes que han obtenido excelentes críticas y ganado numerosos premios, entre ellos el Premio para la Promoción del Arte de Bavaria, y ha sido nominada al Premio Alemán de Literatura Juvenil. Tiempo de albaricoques es su primera novela para adultos.
OPINIÓN
Todo lo relacionado con la II Guerra Mundial llama mi atención inmediatamente así es que en cuanto vi "Tiempo de albaricoques" de Beate Teresa Hanika me decidí rápidamente por su lectura, hoy os traigo mis impresiones finales.
Elisabetta es una anciana judía que se salvó de la deportación por mera casualidad cuando tenía once años. Sus padres y sus hermanas sí fueron detenidos y deportados por las SS y jamás volvieron. Ella sigue en la casa de su infancia, donde siempre ha vivido y recorre lo que le queda de vida presa de la tristeza y las costumbres. En su jardín hay un hermoso albaricoquero que plantó su padre cuando ella era una niña, su madre hacía mermelada de albaricoque todos los años y Elisabetta ha seguido esa rutina desde que se quedó como única superviviente de su familia.
La anciana Elisabeta es solitaria y retraída, convive con los fantasmas de sus dos hermanas y a menudo recuerda la felicidad de antaño. Ahora Pola, una joven bailarina alemana, se traslada a vivir a su casa como inquilina y las vidas de ambas cambiarán para siempre.
Elisabetta narra en primera persona su vida, sus recuerdos de infancia, el traumático día que se quedó sola en el mundo con su pequeña tortuga por culpa de la guerra, como salió adelante con tan solo once años y como cada año hace mermelada para estar más cerca de los tiempos felices y capear el dolor. Un dolor infinito que le producen las ausencias, sus padres, sus hermanas, el amor de su vida que va y viene, además de otras que descubriremos durante la lectura. A Pola la conoceremos a través de un narrador en tercera persona que nos irá relatando poco a poco un momento clave de la vida de esta joven alemana que nos hará llegar al nexo de unión entre estas dos mujeres que a priori no aparentan tener relación ninguna.
Los secretos de familia, la amistad verdadera entre mujeres y el amor rondan la novela pero sobre todo lo que planea sobre estas dos mujeres es la indecisión entre la venganza o el perdón y un tarro de mermelada fechado en 1944 con una etiqueta de significado muy especial.
La parte en la que es protagonista Elisabetta y sus recuerdos me ha gustado mucho. Esta anciana siempre malhumorada resulta divertida a pesar de la tristeza y la añoranza que desprende. Sin embargo, la parte referente a Pola me ha descolocado mucho y no porque sea una narración mucho más poética e incluso onírica en ocasiones, sino porque la autora reserva tanta información para preservar el misterio que me sentía totalmente perdida y llegué a dudar de la existencia real de Pola; teniendo en cuenta que la relación entre Elisabetta y la joven alemana a pesar de vivir en la misma casa es casi inexistente, ni se hablan, ni se miran muchas veces, pues no sabía que pensar.
La belleza de la novela la he apreciado al terminarla, cuando veía la historia en su conjunto por eso durante la lectura no me he emocionado tanto como lo hubiera hecho de saber ciertas cosas antes. Está claro que el misterio es una parte clave de la historia, saber lo que une a Elisabetta y Pola es lo que nos incita a seguir leyendo pero a mí la forma de contarlo de la autora no ha llegado a convencerme.
La novela resulta como un puzle complicado en el que solo aprecias su belleza cuando lo tienes armado por completo, es una lectura que exige paciencia y confianza al lector que sí intuye desde el principio que hay una relación entre estas dos mujeres pero pronto queda claro que no la verás hasta que conectes todos los hilos, mientras tanto uno disfruta de la prosa delicada y elegante de la autora con estos dos personajes femeninos que atrapan cada una por sí misma y que es cierto que resultan inolvidables por su ternura, sus vivencias y su carácter. Dos mujeres presas del dilema de los que han quedado, de la culpabilidad de los que han sobrevivido a los seres amados.
CONCLUSIÓN
"Tiempo de albaricoques" de Beate Teresa Hanika es la historia de dos mujeres que necesitan curar sus heridas más profundas, una historia familiar que comienza en la II Guerra Mundial y llega hasta el presente conectando los destinos de la gente común. Una novela en la que se aprecia la ternura y la belleza que encierra cuando llegas al final y te das cuenta de toda la intensidad del drama que esconden estas dos mujeres. La manera de narrar envolvente y llena de lirismo es hermosa pero en mi caso ha sido la causante de que no llegara a emocionarme del todo esta lectura. Aún con todo, si os gustan las historias que arrastran secretos y de personajes inolvidables creo que sería una buena lectura.
Todo lo relacionado con la II Guerra Mundial llama mi atención inmediatamente así es que en cuanto vi "Tiempo de albaricoques" de Beate Teresa Hanika me decidí rápidamente por su lectura, hoy os traigo mis impresiones finales.
Elisabetta es una anciana judía que se salvó de la deportación por mera casualidad cuando tenía once años. Sus padres y sus hermanas sí fueron detenidos y deportados por las SS y jamás volvieron. Ella sigue en la casa de su infancia, donde siempre ha vivido y recorre lo que le queda de vida presa de la tristeza y las costumbres. En su jardín hay un hermoso albaricoquero que plantó su padre cuando ella era una niña, su madre hacía mermelada de albaricoque todos los años y Elisabetta ha seguido esa rutina desde que se quedó como única superviviente de su familia.
La anciana Elisabeta es solitaria y retraída, convive con los fantasmas de sus dos hermanas y a menudo recuerda la felicidad de antaño. Ahora Pola, una joven bailarina alemana, se traslada a vivir a su casa como inquilina y las vidas de ambas cambiarán para siempre.
Elisabetta narra en primera persona su vida, sus recuerdos de infancia, el traumático día que se quedó sola en el mundo con su pequeña tortuga por culpa de la guerra, como salió adelante con tan solo once años y como cada año hace mermelada para estar más cerca de los tiempos felices y capear el dolor. Un dolor infinito que le producen las ausencias, sus padres, sus hermanas, el amor de su vida que va y viene, además de otras que descubriremos durante la lectura. A Pola la conoceremos a través de un narrador en tercera persona que nos irá relatando poco a poco un momento clave de la vida de esta joven alemana que nos hará llegar al nexo de unión entre estas dos mujeres que a priori no aparentan tener relación ninguna.
Los secretos de familia, la amistad verdadera entre mujeres y el amor rondan la novela pero sobre todo lo que planea sobre estas dos mujeres es la indecisión entre la venganza o el perdón y un tarro de mermelada fechado en 1944 con una etiqueta de significado muy especial.
La parte en la que es protagonista Elisabetta y sus recuerdos me ha gustado mucho. Esta anciana siempre malhumorada resulta divertida a pesar de la tristeza y la añoranza que desprende. Sin embargo, la parte referente a Pola me ha descolocado mucho y no porque sea una narración mucho más poética e incluso onírica en ocasiones, sino porque la autora reserva tanta información para preservar el misterio que me sentía totalmente perdida y llegué a dudar de la existencia real de Pola; teniendo en cuenta que la relación entre Elisabetta y la joven alemana a pesar de vivir en la misma casa es casi inexistente, ni se hablan, ni se miran muchas veces, pues no sabía que pensar.
La belleza de la novela la he apreciado al terminarla, cuando veía la historia en su conjunto por eso durante la lectura no me he emocionado tanto como lo hubiera hecho de saber ciertas cosas antes. Está claro que el misterio es una parte clave de la historia, saber lo que une a Elisabetta y Pola es lo que nos incita a seguir leyendo pero a mí la forma de contarlo de la autora no ha llegado a convencerme.
La novela resulta como un puzle complicado en el que solo aprecias su belleza cuando lo tienes armado por completo, es una lectura que exige paciencia y confianza al lector que sí intuye desde el principio que hay una relación entre estas dos mujeres pero pronto queda claro que no la verás hasta que conectes todos los hilos, mientras tanto uno disfruta de la prosa delicada y elegante de la autora con estos dos personajes femeninos que atrapan cada una por sí misma y que es cierto que resultan inolvidables por su ternura, sus vivencias y su carácter. Dos mujeres presas del dilema de los que han quedado, de la culpabilidad de los que han sobrevivido a los seres amados.
CONCLUSIÓN
"Tiempo de albaricoques" de Beate Teresa Hanika es la historia de dos mujeres que necesitan curar sus heridas más profundas, una historia familiar que comienza en la II Guerra Mundial y llega hasta el presente conectando los destinos de la gente común. Una novela en la que se aprecia la ternura y la belleza que encierra cuando llegas al final y te das cuenta de toda la intensidad del drama que esconden estas dos mujeres. La manera de narrar envolvente y llena de lirismo es hermosa pero en mi caso ha sido la causante de que no llegara a emocionarme del todo esta lectura. Aún con todo, si os gustan las historias que arrastran secretos y de personajes inolvidables creo que sería una buena lectura.