Cada vez que d'Época Editorial publica un nuevo título de su colección dÉpoca noir, para mí es todo un acontecimiento, amo estos libros, los disfruto, los mimo y los guardo en mi librería como un verdadero tesoro. Hoy os traigo mi opinión sobre "El enigma Dartmoor" de Basil Thomson que me ha entusiasmado.
Inglaterra, 1935. El señor Dearborn, de Winterton, fallece en su casa pocos días después de sufrir un accidente de tráfico en los páramos de Dartmoor. Tanto el juez como un forense dictaminan que la causa de la muerte ha sido la conmoción cerebral sufrida durante el propio accidente. No obstante, una serie de cartas anónimas enviadas a las oficinas de Scotland Yard advierten del posible error que se está cometiendo y piden que se posponga el entierro y se realice una investigación más profunda sobre el asunto.
El elegido para hacerse cargo del caso y desplazarse al condado de Devon es el inspector jefe Richardson, famoso tanto por su juventud a la hora de ascender dentro del cuerpo como por su pericia para resolver casos difíciles. Con la inestimable ayuda del sargento Jago, Richardson comienza unas pesquisas que pronto le llevan a descubrir que por cada detalle resuelto en este misterio surgen nuevas intrigas, y todas ellas convergen en el enigma más sorprendente de todos: el propio señor Dearborn.
OPINIÓN PERSONAL
Entre otras muchas cosas, Basil Thomson fue jefe del Departamento de Investigación Criminal en Scotland Yard, así es que no me ha sorprendido que demuestre un gran conocimiento de la metodología de investigación de la policía en esa época.
La premisa de la novela es sencilla, una carta anónima, un muerto, dos policías que viajan desde Londres al condado de Devonshire para investigar y un montón de descubrimientos que hay que cribar para descubrir la verdad.
Siendo lectora habitual de libros de misterio de la «Golden Age» os diré que me ha sorprendido bastante esta novela por las diferencias que he encontrado con otras de este este género.
Una primera diferencia es la prosa, mucho más sencilla y menos barroca que en otras ocasiones, incluso los diálogos resultan más naturales que en otras novelas del género. Por otro lado, la acción y la trama no se desarrollan en un único lugar, los policías que investigan el asunto se moverán entre Devonshire, Londres, Bath o Bristol y nos subiremos a coches y trenes sin parar. Estos dos asuntos logran que el ritmo de la novela sea asombrosamente ágil, un no parar de escenarios y personajes diferentes.
Otra cosa que me ha gustado mucho y que también me ha parecido diferente es el policía protagonista que investiga el suceso. El Inspector jefe Richardson es joven, de hecho el oficial de alto rango más joven de Scotland Yard, me ha encantado, nos es excéntrico ni prepotente, es ágil de mente pero le gusta comprobar cada dato, cada pista hasta sus últimas consecuencias aunque a la postre no aporten nada relevante para su investigación, por lo tanto, la forma en la que se investiga el caso es metódica y muy realista, es cierto que Richardson es un joven policía muy sagaz pero no nos sorprende con revelaciones de esas que solo se le ocurren a él, en absoluto, Basil Thomson nos hace acompañarlo paso a paso, prueba a prueba, hasta que vamos vislumbrando un final muy coherente y sorprende ya no solo por el culpable y sus motivos, también por otro asunto que tendréis que averiguar leyendo la novela.
Además del Inspector jefe Richardson, tendremos también al sargento Jago que acompañará en la investigación a nuestro policía protagonista. Por supuesto, un elenco amplio de personajes recorren las páginas, los iremos conociendo a medida que la policía se entreviste con ellos o los interrogue, pero sin duda, el personaje más misterioso y atractivo es el fallecido, Charles Dearborn, un caballero distinguido y del que su pasado es toda una incógnita, para resolver su muerte, lo primordial es saber quién era Dearborn y así, dilucidar quién tendría interés en que desapareciera.
Por supuesto, como siempre ocurre en las novelas de d'Época Editorial, viene acompañada de un prólogo interesantísimo de Juan Mari Barasorda quién nos descubre a Basil Thomson y su obra.
La edición es fantástica como siempre, delicada, cuidada con mimo y con unas preciosas ilustraciones.
A lo largo de la novela, se hace referencia en varias ocasiones al caso que resolvió Richardson en París que fue el que le dio gran fama, a mí me ha picado mucho la curiosidad, tal vez podamos leerlo en un futuro o cualquiera de las otras novelas escritas por Thomson y protagonizadas por Richardson.
CONCLUSIÓN
"El enigma Dartmoor" de Basil Thomson es un original libro de detectives de la «Golden Age» con una trama intrincada, una investigación concienzuda y metódica de ritmo ágil y con personajes realistas alejados de los estereotipos de las novelas de la época, con una historia en la que el principal misterio es el propio hombre fallecido. Me ha encantado y os la recomiendo.
Un fin de semana frío y lluvioso, una taza de chocolate caliente y "El enigma Dartmoor" de Basil Thomson es sinónimo de placer absoluto, os lo aseguro.