LOS DÍAS IGUALES DE CUANDO FUIMOS MALAS - Inma López Silva

 

LOS DÍAS IGUALES DE CUANDO FUIMOS MALAS

Autor: Inma López Silva

Editorial: Lumen

Formato: Tapa blanda

Páginas: 354

Precio: 20,90 €

SINOPSIS

  Cinco mujeres. Cinco historias particulares.

Y un punto de encuentro: la experiencia en la cárcel.

   Los días iguales de cuando fuimos malas es la novela que consolida el talento literario de su autora, Inma López Silva, una prometedora nueva voz femenina en la literatura española.

   Ahí están, charlando en el patio o desfilando en el comedor a la espera de que una compañera les llene un plato de sopa triste. Parecen iguales, presas sin más, pero basta con mirar despacio y afinar el oído para descubrir mundos distintos: Margot, cansada de vender su cuerpo por las calles de la ciudad, se toma un descanso entre rejas. Valentina ha llegado de Colombia con un niño en brazos y muchas preguntas en la mochila. Sor Mercedes cumple su condena con fervor religioso y sin remordimientos. Laura quiso ser bailarina, pero otro destino se impuso, y a menudo contempla la vida entera como si fuera una condena.

   Junto a ellas está la escritora, una mujer discreta que emborrona papeles e intenta olvidar locuras pasadas. ¿Qué habrá en estos folios? Nadie sabe, nadie pregunta, pero las historias se cruzan y las páginas ahí están para descubrir qué hay detrás de estos días iguales que se vuelven únicos, espléndidos, en las manos de Inma López Silva. 

 AUTOR

   Inma López Silva nació en Santiago en 1978. Es escritora y crítica teatral. Se dio a conocer en 1996 con la novela Neve en abril, y pronto obtuvo el reconocimiento del público y la crítica a través de los premios más importantes de la literatura gallega: en 2002 el Premio Xerais de Novela por Concubinas, y en 2008 el Premio Blanco Amor, entre otros, por Memoria de ciudades sin luz. También pertenecen a su obra narrativa las dos colecciones de relatos Rosas, corvos e cancións y Tinta, la novela cómica No quiero ser Doris Day, así como New York, New York, un texto sobre su vida en Manhattan, y Maternosofía, un ensayo escrito al hilo de su primera maternidad. Los días iguales de cuando fuimos malas, publicada en gallego hace pocos meses, es su novela más reciente y ya ha cosechado el reconocimiento de la crítica y el público de su tierra. Con este espléndido trabajo, la autora se incorpora al catálogo de Lumen.

   Inma López Silva es también columnista, traductora de las obras dramáticas de Albert Camus y Jean Genet y autora de una extensa producción ensayística centrada en el teatro.

OPINIÓN
   Cuando vi por primera vez "Los días iguales de cuando fuimos malas" de Inma López Silva me sentí inmediatamente atraída por su portada, por su sinopsis y por la editorial que la publicaba que no me defrauda nunca, así es que no tardé en hacerme con ella y hoy os traigo mis impresiones como lectora.

   Una premisa sencilla, cinco mujeres que por diferentes circunstancias acaban encontrándose todas en un mismo sitio. Pero el sitio no es casual, es una cárcel, la de A Lama en Pontevedra. Que ellas estén allí tampoco es fortuito, cuatro son presas y la otra que queda es funcionaria de prisiones. Mujeres muy diferentes entre sí, una monja, una prostituta, una mula narcotraficante, una escritora y una funcionaria que trabaja en esa cárcel, ninguna está allí injustamente, todas han hecho algo para merecerlo. Y así, poco a poco, conoceremos a estas cinco mujeres, sus delitos por supuesto, pero también sus vidas anteriores que acabaron marcando su camino hacia prisión y sus anhelos de presente y futuro.

   Podemos decir que estamos ante una historia carcelaria y sí, conoceremos la rutina diaria en una cárcel, sus celdas, sus horas de patio y también las de soledad, pero para mí en realidad ha sido un encuentro con cinco mujeres a las que he conocido íntimamente, que me han trasmitido sus penas, pero también sus pequeñas alegrías y que han conseguido hacerme partícipe de sus vidas.
   La autora utiliza una prosa sencilla, con un lenguaje natural y acorde con quién son cada una de estas mujeres y dónde están. Pero lo que llama la atención sin duda alguna es la especial estructura de la novela, capítulos que se van alternando dedicados a cada una de estas mujeres hasta conocerlas a fondo y dentro estos capítulos también encontraremos diferentes estructuras, incluso uno de ellos está escrito en columnas, es original sin duda, además crea una sensación muy curiosa en el lector al que le parece que está leyendo algo privado casi a escondidas, tenía la sensación de estar espiando a estas cinco mujeres y de leer cosas sobre ellas que un extraño no debería saber.  El tipo de narrador también contribuye a dar esta sensación de leer a escondidas, unas partes narradas en primera persona y otras en tercera persona.

   La autora en esta novela repasa multitud de temas en los que destacan las relaciones de estas cinco mujeres con los hombres, la maternidad, las relaciones familiares, los prejuicios sociales y ante todo la soledad, esa que especialmente se siente a pesar de estar rodeado de otras personas. Estas mujeres ha pasado por hechos traumáticos durante el transcurso de sus vidas y los conoceremos al detalle pero la autora sabe hacerlo sin caer en el dramatismo y aún así lo hace de tal manera que impactan en el lector y le producen fuertes sensaciones. Otra cosa que me ha gustado mucho es que aunque esta no es una novela de intriga, la autora sabe focalizar en varias de las protagonistas un punto de misterio y crear suspense en el lector. 

   Pero si de verdad algo me ha conquistado en esta novela han sido sus personajes. Mujeres corrientes, mujeres a las que probablemente no nos acercaríamos después de saber que han estado en la cárcel, ni nos molestaríamos es saber el cómo y el porqué de sus vidas y sin embargo...después de haber estado con ellas durante estas 350 páginas, conociendo sus traumas, sus pesadillas, sus anhelos, sus vidas ya son cercanas, porque son reales, porque inspiran compasión y cariño. También he de reconocer que tengo mis preferidas, Valentina y Margot me han emocionado. Sin embargo, Inma, la escritora como la llaman sus compañeras de la cárcel, aún después de conocerla a fondo, ha seguido sin conquistarme. Curiosamente, Sor Mercedes, una monja que está presa por un delito que en la vida real me parece despreciable pues después de leída su historia, me ha parecido que su manera de ver las cosas le da cierta justificación moral, sé que los que hayáis leído el libro pensaréis ¿pero que dice esta loca?, pues que queréis, es cierto que esa sensación que he tenido con este personaje me ha creado conflicto personal pero vaya, así ha sido y tengo que decirlo.
   Inma, la escritora: una mujer compleja, fría y distante con sus compañeras de prisión. Prefiere dedicar su tiempo a escribir que a relacionarse con nadie. Una mente complicada inmersa en una obsesión. Es uno de los focos de misterio en la novela, tanto por su manera de ser como porque tardaremos en saber exactamente porqué está en la cárcel. 
   Margot: prostituta y drogadicta. Una gitana que fue repudiada por su familia a los pocos meses de que la hubieran casado siendo una cría. Margot, arrastra una honda pena que ni las drogas, ni sus entradas y salidas de la cárcel desde que tenía 21 años, ni su sueño imposible de irse a vivir a París consiguen borrar.
   Valentina: Una joven colombiana que entró en España como mula de la mano de su hijo, un hijo que desde el momento en que fue detenida nada mas bajar del avión no ha vuelto a ver. Una joven sencilla e ignorante que poco a poco va madurando en la cárcel y agudizando su ingenio para conseguir, algún día, reencontrarse con su hijo Daniel.
   Sor Mercedes: monja criada con monjas debido a su orfandad. Que acabó siendo monja por una manía propia, no por vocación. Ella está convencida que hizo lo que hizo por el bien de todos y a pesar de llevar años en la cárcel y los que le quedan no tiene ningún remordimiento. Es un poco la guía espiritual de la cárcel, sobre todo de las presas de origen hispano.
   Laura: Bailarina de ballet desde niña que iba para estrella y un día por fin se deció a dar un paso al frente y dejar atrás todo eso que no la hacía feliz a pesar de saber que destrozaría las ilusiones que tenían puestas en ella sus padres. Laura deja el ballet clásico porque su ilusión es ser funcionaria de prisiones. Este personaje es otro de los puntos de suspense en la novela por su vida personal y  su obcecación con cierto asunto y también es atractivo por darnos la visión de los funcionarios en las cárceles.

CONCLUSIÓN
   "Los días iguales de cuando fuimos malas" de Inma López Silva es una muy buena novela que me ha sorprendido por su original estructura y me ha cautivado por la fuerza de sus cinco personajes femeninos. Cinco historias de cinco mujeres muy bien narradas que me ha conquistado y hará que siga muy pendiente de futuras publicaciones de esta autora. Me ha gustado muchísimo y os la recomiendo sin dudar.



   

Valoración: