LA VIRGEN NEGRA - Ilaria Tuti

   Conocí a la comisaria Teresa Battaglia hace poco, el abril pasado leí "Flores sobre el infierno" que es la primera novela de esta serie policíaca publicada en nuestro país en 2019. Me gustó tanto que en cuanto vi "La virgen negra" de Ilaria Tuti me lancé a su lectura y hoy os traigo mis impresiones finales sobre esta novela.

OPINIÓN PERSONAL

   El hallazgo fortuito de un cuadro que se creía perdido para siempre del pintor Aleessio Adrian es todo un acontecimiento. Pero el cuadro posee un detalle macabro que ensombrece dicho descubrimiento, la pintura roja presente en la obra es sangre y después de un análisis exhaustivo, se certifica que el pintor empapó su pincel en un corazón humano que aún latía.

   Teresa Battaglia y su equipo tendrán que averiguar lo que sucedió en 1945, año en que se pintó ese cuadro cuando el pintor que era partisano y estaba oculto en los bosques en un paraje fronterizo y aislado entre Austria e Italia.

   Mientras Teresa lucha incansable por mantener oculta su enfermedad, se embarca en una investigación que parece imposible de resolver. Y a la vez que esconde su secreto personal, se da cuenta que no solo ella oculta algo inconfesable dentro de su equipo policial.

    Ilaria Tuti es una narradora diferente en un género en el que a mi parecer hay cierta saturación, tanto a nivel de nuestro país como en el extranjero. Su escritura es pulcra, muy cuidada y muy poderosa a nivel evocador, probablemente, la pasión de esta autora por la pintura y la fotografía tengan mucho que ver en este sentido ya que sus descripciones de lugares son vívidas, reales y se trasmite a la perfección tanto la belleza de los paisajes descritos como su peligro latente. El ritmo de la novela es pausado, Tuti se toma su tiempo en las descripciones ya que el entorno tiene una gran importancia y sus complejas tramas, tanto esta como la del libro anterior, no serían lo mismo sin esos escenarios tan especiales.

   Un caso con una antigüedad de más de 70 años nunca puede ser fácil de resolver y ha sido fantástico acompañar a Teresa Battaglia y su equipo en una investigación en que el lector irá tan perdido como la propia policía, con descubrimientos constantes que en ocasiones no llevan a ningún lado, con otros que nos van acercando poco a poco al pasado y a la resolución de este antiguo misterio. 

   Un pintor loco, la mujer de un cuadro y sus descendientes y el Valle de Resia, un enclave alpino en el norte de Italia, son los mimbres de esta historia hilada a la perfección. La ambientación es magnífica sin ningún género de dudas, casa aisladas, bosques impenetrables y el carácter y la historia peculiar de los resianos que la autora introduce en esta novela y que a mí me ha sorprendido mucho, no conocía la peculiaridad en los orígenes y el ADN de los habitantes de ese lugar y saber que no es ficción impresiona bastante. También tiene mucha importancia en la novela el contexto histórico en el que se cometió el crimen que se investiga, los coletazos finales de la Segunda Guerra Mundial en los que los alemanes aún dominaban la zona y había partisanos italianos escondidos por los bosques de alrededor.

   Teresa Battaglia vuelve a ser el eje central de la novela, su perspicacia policial pero también su alzhéimer, es sobrecogedor ver su lucha por ocultárselo a los demás y también sus esfuerzos constantes por no olvidar, es triste pero creo que refleja muy bien como deben ser los sentimientos y los estados de ánimo de una persona en los inicios de esta devastadora enfermedad. Me gusta y mucho  Teresa Battaglia, dejando de lado su salud, me divierte su carácter hosco que esconde una ternura infinita. En esta novela, su relación con Massimo Marini se afianza y los problemas personales de ambos los convierten en protectores el uno del otro, averiguaremos muchas cosas interesantes sobre la vida de personal tanto de Battaglia como de Marini. Me han gustado mucho todos los personajes que se dan cita en este misterio en el que las mujeres tienen gran protagonismo. Quisiera mencionar a Blanca y Smoky, una joven invidente y su perro, rastreador de restos humanos, me han gustado muchísimo y tiene toda la pinta que se integrarán ambos en el equipo de Battaglia definitivamente, lo mejor de todo, ha sido descubrir al final de la novela que Blanca y Smoky existen en realidad aunque sus nombres verdaderos son Cristina e Ice.

CONCLUSIÓN

 Ilaria Tuti me ha vuelto a conquistar con "La virgen negra", su prosa evocadora, una ambientación fantástica y una trama intrincada me ha mantenido pegada a sus páginas desde principio a fin junto a Teresa Battaglia, un personaje que me encanta.