MI DÍA DEL LIBRO

    

Mi intención inicial era poner una foto en Instagram referente a este tema, pero ayer me senté delante del portátil y me decidí a escribir una pequeña reflexión sobre el día del libro.

   La verdad es que para mí el día del libro solo fue especial hace unos años en que lo celebré en Barcelona junto a un grupo de blogueras, Sant Jordi fue la excusa para juntarnos y conocernos en persona y resultó una experiencia maravillosa más allá de los libros.

   Yo compro libros habitualmente, también recibo envíos editoriales pero lo cierto es que compro muchísimos, ciertamente más de los que puedo leer. Para mí sigue siendo equiparable el placer de leer un buen libro con el de pasearme por una librería y salir de ella cargada con los tres o cuatro que llevaba apuntados además de un par de ellos más que he descubierto dando vueltas por allí. Esa es una de las cosas que añoro muchísimo, llevo demasiados meses sin pisar una librería.

   Los libros son caros, sé que los autores reciben pocos beneficios de sus ventas pero por regla general, un libro tiene uno o dos usos y 18, 19 ó 20 euros me parece un exceso. No hablemos ya del precio de los ebooks, de ahí que no me crea a nadie que enseña su ebook novedad diciendo que se lo ha comprado, lo siento, yo no pago 14 € por un archivo mobi o epub y llamadme mal pensada pero tampoco creo que lo haga nadie, si no existiera el pirateo sí me lo creería pero, vuelvo a disculparme por si alguien se ofende, no me lo creo y punto. (Cuidado, no estoy hablando de las plataformas de tarifa plana de lectura).

   Al hilo del precio de los libros, también hay que decir que cada vez tienen peor calidad (no todas las editoriales), terminas de leerlos y parece que se van a desarmar cuando los lea otra persona de tu casa. Además, la edición y corrección también cada vez es peor, fallos cronológicos, erratas o faltas de ortografía se multiplican en ocasiones en un mismo libro y resulta desesperante para cualquier lector. Los libros cada vez se cuidan menos en origen y eso es una evidencia que constatamos los lectores todos los días.

   A nivel personal, me siento un poco hastiada del mundo blogueril, los que reciben mucho más de lo que pueden leer, los que reseñan sin leer, los que todo son libros maravillosos, reseñas de un párrafo... todo eso a estas alturas ya no me afecta en absoluto, o para ser sincera, solo en momentos muy puntuales pero luego se me pasa. A ver, todos somos adultos y tenemos suficiente coeficiente intelectual y un amplio bagaje lector para hacer nuestra propia criba, elegir como recomendadores a los blogs que nos parecen más fiables y afines a nuestros gustos, pero esa costumbre rastrera de lanzar críticas al azar sin mencionar a nadie en concreto sí me molesta y mucho, me ofenden ya que denostan a todos los blogs en conjunto y no es justo, tampoco dan opción a que alguien se pueda defender de una crítica de ese tipo si lo cree conveniente aunque ciertamente, creo que no merece la pena, muchas veces me pregunto si tal vez se tira la piedra y se esconde la mano por temor a que en un enfrentamiento público salgan más cosas a la luz de las que se quiere en realidad, igual todos tenemos muchas más cosas que esconder de las que aparentamos. Dejad en paz a los blogs que bastante tenemos ya con las increíbles, fantásticas y trabajadísimas reseñas de Instagram que vamos, pongo una foto, copio y pego la sinopsis editorial y en los comentarios me encuentro con el típico "viendo que te ha gustado tanto, me lo apunto", antes los sacaba de su error pero ya no, si creen que es una reseña allá ellos.

   Como curiosidad, reseñas no me han copiado nunca, al menos que yo me haya enterado, pero fotos ya sabéis que sí, mi mesa de la cocina tiene un éxito arrollador, no me lo explico, en blogs, en Instagram e incluso, me avisaron el otro día, en Wallapop ponen mis fotos, joer poned la de la editorial que es gratis o como hacía aquella bloguera (algunas sabéis muy bien de quién hablo) que se iba a El corte Inglés y hacía las fotos en la mesa de novedades.

   Por último, no puedo dejar de comentar el ego desmedido de algunos escritores que en vez de aceptar las críticas negativas de alguno de sus lectores, se dedican a poner capturas de pantalla en las que se ve el nombre del autor de la opinión pero, por supuesto, en su tuit no lo mencionan, exponiéndolos a la lapidación gratuita de sus palmeros y con toda probabilidad, al no enterarse, sin posibilidad alguna a réplica. Y no creáis que solo son autores autipublicados, también lo he visto en alguno superventas. Aunque estos casos son escritores nacionales, tengo la convicción que con autores extranjeros pasará igual en sus países. Pues eso que cuando publicáis un libro estáis expuestos y obligados a escuchar o leer cualquier opinión de vuestros lectores ya sea positiva o negativa.

   Bueno, después de haber volcado todos mis pensamientos sobre libros, no os recomendaré ninguno para este día, comprad libros, uno o varios, el que queráis, el que llame la atención de vuestro instinto lector. Yo justo hoy no he comprado ninguno pero os dejo la foto de los que he comprado en los últimos dos meses más o menos, son los que aún están por leer que hay varios que también compré en ese periodo de tiempo pero ya están leídos. Como veréis hay un poco de todo, novedades, otros que a pesar de no ser recientes tampoco son muy antiguos y que en su momento me quedé con ganas de leer, una novela gráfica también y una antigualla que es el primer libro que leí de Stephen King hace la tira de años, no lo tenía en papel porque en su momento me lo dejaron y fue con el que me introduje en el mundo del terror, siempre he querido volver a leerlo y al menos ya está en la estantería. 

   Feliz día del libro a todos