Hace unos años, concretamente en 2016, vi una breve noticia en televisión en la que contaban que la cultura que rodea a las mujeres haenyeo de la isla surcoreana de Jeju había sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Las haenyeo, desde hace siglos, se sumergen hasta 10 metros en el mar a pulmón, sin ningún aparato respiratorio, permaneciendo bajo el agua hasta 3 minutos para recoger marisco y pescado, las cosechas marinas que les dan sustento a través de la venta en su gran parte. En la actualidad quedan muy pocas que se dediquen a este trabajo y constituyen uno de los principales símbolos turísticos y culturales de Corea del Sur. Me fascinó su historia y al ver "La isla de las mujeres del mar" de Lisa See y leer en la sinopsis que la historia tenía como protagonista a las haenyeo no me lo pensé un momento y lo leí.
OPINIÓN PERSONAL
Kim Young-sook y Han Mi-ja se conocen en la infancia y se harán amigas inseparables. Se convertirán juntas en mujeres haenyeo y a la par, se enfrentarán a alegrías y fracasos, irán compartiendo sueños mientras van creciendo como mujeres y como persona. Pero algo sucede que hace que esa amistad que parecía inquebrantable se rompa y esas dos niñas que crecieron juntas como hermanas se alejen poco a poco.
La tradición haenyeo se nos muestra en estas páginas en las que viviremos acontecimientos históricos como la ocupación japonesa de Corea, la Segunda Guerra Mundial, la división de las dos Coreas y la Guerra de Corea y sus secuelas. Pero también viviremos la irrupción del progreso en la vida de las haenyeo con el neopreno, los teléfonos móviles o el turismo.
Una historia de amistad y superación de dos mujeres con una personalidad arrolladora.
La autora usa una prosa cuidada, en momentos evocadora y lírica y en otros directa y sin florituras, sobre todo cuando nos cuenta ciertos hechos terribles que sucedieron durante el periodo en el que transcurre la novela. La narradora de la historia es Young-sook y a través de sus ojos y sus experiencias vitales transitaremos desde 1938 a 1975. La historia de Corea no la conocía más allá de saber que al finalizar la Segunda Guerra Mundial se dividió el país por el paralelo 38 quedando Corea del Norte en manos de los soviéticos y Corea del Sur de los estadounidenses. En esta novela, Lisa See nos pone al día de la historia de Corea del Sur, país al que pertenece la isla de Jeju que es donde se desarrolla la trama. No es una novela histórica, la autora sabe introducirnos en el contexto histórico, bastante turbulento con la ocupación japonesa, la Segunda Guerra Mundial y la posterior ocupación americana, con mesura, sin abusar con los datos aunque queda patente cada suceso relevante y como afectó de manera precisa a la isla de Jeju y sus habitantes.
En estos años convulsos, los habitantes de la isla de Jeju vivieron bajo la opresión de unos o de otros colonizadores pero las haenyeo siguieron con su rutina bajo el mar. A través de Young-sook iremos conociendo toda la tradición de esta profesión ancestral, como se formaban las niñas buceadoras, la manera en que se organizaban las cooperativas en los diferentes pueblos, los rituales a los antiguos dioses, una forma de vida más allá de un trabajo que repercutía en una sociedad matriarcal en la que las mujeres son las encargadas de llevar sustento a la familia, mandan y sin embargo, las propiedades las heredan los hombres.
Con ritmo pausado iremos viviendo cómo se conocieron Young-sook y Mi-ja con 7 años y se hicieron amigas inseparables, dos niñas que fueron creciendo y que pensaron que nada las separaría jamás. Pero los acontecimientos y la vida hacen que esa amistad no dure para siempre. La novela comienza con un capítulo fechado en 2008 en el que ya se nos da cuenta de que el futuro no fue como pensaban esas dos mujeres, 4 días de 2008 son el presente de la novela y son el nexo de unión para el resto de la historia compuesta por viajes al pasado.
Me ha parecido una historia preciosa, una doble saga familiar en ocasiones dramática y muy triste, otras enternecedora y muy emotiva, siempre repleta de sentimientos que traspasan las páginas y llegan directamente al corazón del lector. El final me ha parecido soberbio y a mí personalmente me ha resultado totalmente inesperado.
Los personajes me han encantado, no solo las dos principales protagonistas Young-sook y Mi-ja, todo el resto de seres que pueblan la novela son magníficos, muchos de ellos se han convertido a lo largo de las páginas tan queridos y entrañables para mí como Young-sook y Mi-ja. Ellas son dos personajes femeninos muy diferentes pero poderosos ambos y estoy segura que los recordaré mucho tiempo.
Young-sook: « Cuando Mi-ja y yo nos conocimos, éramos muy diferentes. Yo era como las rocas de nuestra isla: cortante, áspera, dura, pero práctica y sensata. Ella era como las nubes: voluble, sutil, imposible de atrapar o de comprender del todo. Aunque ambas nos convertimos en haenyeo, yo siempre estaría arraigada a la tierra, en el sentido de que era pragmática y me preocupaba por mi familia. Mi-ja, en cambio, pertenecía más al mar: su personalidad era cambiante, a veces incluso tempestuosa ».
CONCLUSIÓN
"La isla de las mujeres del mar" de Lisa See es una doble saga familiar intensa, emotiva y muy vívida en la pequeña isla de Jeju al sur de Corea, una bella historia muy bien narrada y con unos personajes entrañables que perdurarán en mi memoria largo tiempo. Me ha encantado y sin duda os la recomiendo.
Valoración:
Kim Young-sook y Han Mi-ja se conocen en la infancia y se harán amigas inseparables. Se convertirán juntas en mujeres haenyeo y a la par, se enfrentarán a alegrías y fracasos, irán compartiendo sueños mientras van creciendo como mujeres y como persona. Pero algo sucede que hace que esa amistad que parecía inquebrantable se rompa y esas dos niñas que crecieron juntas como hermanas se alejen poco a poco.
La tradición haenyeo se nos muestra en estas páginas en las que viviremos acontecimientos históricos como la ocupación japonesa de Corea, la Segunda Guerra Mundial, la división de las dos Coreas y la Guerra de Corea y sus secuelas. Pero también viviremos la irrupción del progreso en la vida de las haenyeo con el neopreno, los teléfonos móviles o el turismo.
Una historia de amistad y superación de dos mujeres con una personalidad arrolladora.
La autora usa una prosa cuidada, en momentos evocadora y lírica y en otros directa y sin florituras, sobre todo cuando nos cuenta ciertos hechos terribles que sucedieron durante el periodo en el que transcurre la novela. La narradora de la historia es Young-sook y a través de sus ojos y sus experiencias vitales transitaremos desde 1938 a 1975. La historia de Corea no la conocía más allá de saber que al finalizar la Segunda Guerra Mundial se dividió el país por el paralelo 38 quedando Corea del Norte en manos de los soviéticos y Corea del Sur de los estadounidenses. En esta novela, Lisa See nos pone al día de la historia de Corea del Sur, país al que pertenece la isla de Jeju que es donde se desarrolla la trama. No es una novela histórica, la autora sabe introducirnos en el contexto histórico, bastante turbulento con la ocupación japonesa, la Segunda Guerra Mundial y la posterior ocupación americana, con mesura, sin abusar con los datos aunque queda patente cada suceso relevante y como afectó de manera precisa a la isla de Jeju y sus habitantes.
En estos años convulsos, los habitantes de la isla de Jeju vivieron bajo la opresión de unos o de otros colonizadores pero las haenyeo siguieron con su rutina bajo el mar. A través de Young-sook iremos conociendo toda la tradición de esta profesión ancestral, como se formaban las niñas buceadoras, la manera en que se organizaban las cooperativas en los diferentes pueblos, los rituales a los antiguos dioses, una forma de vida más allá de un trabajo que repercutía en una sociedad matriarcal en la que las mujeres son las encargadas de llevar sustento a la familia, mandan y sin embargo, las propiedades las heredan los hombres.
Con ritmo pausado iremos viviendo cómo se conocieron Young-sook y Mi-ja con 7 años y se hicieron amigas inseparables, dos niñas que fueron creciendo y que pensaron que nada las separaría jamás. Pero los acontecimientos y la vida hacen que esa amistad no dure para siempre. La novela comienza con un capítulo fechado en 2008 en el que ya se nos da cuenta de que el futuro no fue como pensaban esas dos mujeres, 4 días de 2008 son el presente de la novela y son el nexo de unión para el resto de la historia compuesta por viajes al pasado.
Me ha parecido una historia preciosa, una doble saga familiar en ocasiones dramática y muy triste, otras enternecedora y muy emotiva, siempre repleta de sentimientos que traspasan las páginas y llegan directamente al corazón del lector. El final me ha parecido soberbio y a mí personalmente me ha resultado totalmente inesperado.
Los personajes me han encantado, no solo las dos principales protagonistas Young-sook y Mi-ja, todo el resto de seres que pueblan la novela son magníficos, muchos de ellos se han convertido a lo largo de las páginas tan queridos y entrañables para mí como Young-sook y Mi-ja. Ellas son dos personajes femeninos muy diferentes pero poderosos ambos y estoy segura que los recordaré mucho tiempo.
Young-sook: « Cuando Mi-ja y yo nos conocimos, éramos muy diferentes. Yo era como las rocas de nuestra isla: cortante, áspera, dura, pero práctica y sensata. Ella era como las nubes: voluble, sutil, imposible de atrapar o de comprender del todo. Aunque ambas nos convertimos en haenyeo, yo siempre estaría arraigada a la tierra, en el sentido de que era pragmática y me preocupaba por mi familia. Mi-ja, en cambio, pertenecía más al mar: su personalidad era cambiante, a veces incluso tempestuosa ».
CONCLUSIÓN
"La isla de las mujeres del mar" de Lisa See es una doble saga familiar intensa, emotiva y muy vívida en la pequeña isla de Jeju al sur de Corea, una bella historia muy bien narrada y con unos personajes entrañables que perdurarán en mi memoria largo tiempo. Me ha encantado y sin duda os la recomiendo.