TODOS LOS VERANOS DEL MUNDO - Mónica Gutiérrez

TODOS LOS VERANOS DEL MUNDO

Autor: Mónica Gutiérrez

editorial: Roca Editorial

Formato: Tapa blanda

Páginas: 320

Precio: 17,90 €

Sinopsis editorial y autor

   Quién me iba a decir a mí en el verano de 2014 cuando leí "Un hotel en ninguna parte", una novela muy alejada de mis gustos literarios habituales que Mónica Gutiérrez acabaría convirtiéndose en una autora fija en mi biblioteca personal. Su anterior novela fue "El noviembre de Kate" que leí en un momento delicado para mí y resultó un bálsamo para mi espíritu. Hoy os traigo mis impresiones sobre "Todos los veranos del mundo" su última novela y de nuevo ha sido una lectura muy satisfactoria.

OPINIÓN PERSONAL
    A los pies de los Pirineos está Serralles, un precioso pueblecito donde Helena ha pasado todos los veranos de su infancia. Helena se va a casar y ha decido que será allí en Serralles donde celebre su boda. Helena regresa a la casa familiar en el pueblo para pasar unos días con sus hermanos, sus sobrinos y su madre. La primera sorpresa es encontrarse con que su madre ha transformado la casa en una escuela de cocina, ¿porqué no se lo ha dicho?, en realidad Helena cree que nadie le dice nunca nada, su familia piensa que es de cristal y temen disgustarla. La escuela de cocina es la primera sorpresa pero habrá más, muchas más: el descubrimiento de una librería que se convierte en su refugio con su excéntrico librero, el reencuentro con Marc que fue su inseparable compañero de aventuras en la infancia, el renacer de la intimidad con sus hermanos, un tiempo para que Helena reflexione, se plantee muchas cosas sobre su vida y tal vez un tiempo de cambio.

   Escrita, como es habitual en esta autora, con sencillez y dulzura, "Todos los veranos del mundo" nos muestra a una familia, lo que se dicen y lo que se ocultan, la nostalgia en sus corazones por un pasado tal vez más feliz, las complicaciones de la vida diaria de gente normal, hijos, trabajo, pareja y la toma de decisiones porque tienen que ser valientes y afrontar lo que venga intentando que la angustia que a veces los paraliza no lastre sus vidas.
   Un poquito de metaliteratura, unas gotas de humor y un toque de romanticismo conforman esta bonita novela en la que la ambientación, como es marca de la casa en esta autora, resulta perfecta. El pueblo, sus bosques, el mundo mágico de la librería donde el té y los pastelitos reconfortan a Helena, todo logra que el lector se traslade a Serralles, más que eso, la autora consigue que quiera visitar ese pueblo y cada uno de los lugares por los que deambula Helena recordando su infancia e intentando dar rumbo a su existencia.
   Mónica Giutiérrez ha logrado que la sensación de estar perdida de la protagonista me llegara y me implicara con ella en todo lo que iba ocurriendo, supongo que eso es lo que ha conseguido que a pesar de que el romanticismo me ha parecido más presente que en sus anteriores novelas, haya disfrutado igualmente de la lectura aunque yo no sea muy afín a esta temática.
   Los personajes son de esos que acabas amando, convencida de que existen en realidad quieres conocerlos, deseas que formen parte de tu vida y sean tus amigos.
   Helena, una abogada de éxito conforme con su existencia aunque solo en la superficie, a ella le dan pánico los cambios y tal vez tenga que decidirse a observar su vida con más profundidad y tomar más de una decisión. Sus hermanos Xavier escritor de éxito que está pasando una mala temporada a nivel personal y Sivia ecologista convencida, sus sobrinos, su madre y sus locuras, Marc ese amigo y confidente de la infancia de Helena del que no sabe nada desde hace muchísimos años y el señor Strenge en su mágica librería. Personajes todos ellos entrañables y carismáticos.

CONCLUSIÓN
   "Todos los veranos del mundo" de Mónica Gutiérrez es una bonita historia de recuerdos, de nostalgia, de reencuentros y de cambios en la que acompañaremos a Helena en un momento clave de su vida y nos dejaremos atrapar por la ternura de los sentimientos, la belleza del paisaje y la magia de una librería muy especial. Una novela de esas que dejan una sensación de paz  y bienestar en el lector, de la que he disfrutado y os recomiendo.